La tecnología avanza a pasos abismales y los nuevos vehículos se van desarrollando junto a ella. Hay una relación directa entre el avance tecnológico y el avance de los ciberriesgos, tanto en cantidad como en calidad. A medida que los coches van conectándose  a Internet, también aumentan las posibilidades  de ser hackeados.

En este sentido, los fabricantes trabajan para que la transición sea lo más segura posible. Sin embargo, esto no significa que el riesgo  sea nulo.

Cada salto tecnológico relevante va acompañado de un avance en los ciberataques. Los ataques se van modernizando al igual que la tecnología. También los temores evolucionan. El miedo a que roben el coche, a perder la información almacenada o que un maleante tome control del coche a distancia.

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El ciberataque a los vehículos autónomos es una amenaza real

Hace apenas cuatro años se realizó un experimento que alertó y preocupó a los ingenieros. Dos hackers norteamericanos tomaron el control de un jeep Cherokee desde su casa y con un portátil. Mientras que un periodista conducía de acuerdo a lo pactado.

Como resultado, provocó una llamada a revisión masiva de unos 1,4 millones de vehículos. El jeep se controló remotamente. Los hackers demostraron que podían hacer lo que querían con el automóvil. Fue una amenaza completamente real.

La buena noticia en ese entonces, fue que estos dos informáticos, cumpliendo con la ética del hacker, colaboraron con el fabricante a buscar soluciones al problema. En 2015 no existían muchos sistemas manipulables desde el exterior de los vehículos.

Protección contra los ciberriesgos ¿Qué hacer?

Hoy día y en un futuro muy cercano, los coches autónomos tendrán casi la totalidad de sus sistemas conectados a la red. Por ejemplo, Nissan prevé tener un servicio de control remoto en sus vehículos. Para cuando se presenten situaciones en las que un coche autónomo no pueda resolverla por sí mismo. En tal caso de delegará en un operador humano.

Los Tesla por su parte, son en la actualidad los coches con mayor grado de conectividad al exterior. Sin embargo, actualmente su sistema se presenta robusto y reforzado ante ataques y vulnerabilidades.

En este sentido, Tesla reacciona a los ciberataques lanzando actualizaciones a la red. De esta manera los coches se blindan ante el incidente. Es lo que se conoce como actualizaciones «over the air» (OTA).

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La seguridad informática ante el ciberriesgo

Es importante estar consciente que cualquier sistema informático o aplicación tiene formas de acceso. Por lo tanto es una puerta tanto para usuarios legítimos como para cibermaleantes. Aunque a los ilegítimos les llevará más esfuerzo lograr entrar, la mayoría de las veces tienen éxito.

En consecuencia, la seguridad informática es y seguirá siendo parte indispensable del desarrollo del coche conectado. Es cierto que la seguridad al 100% no existe, pero se logran reducir los riesgos al mínimo.

Los fabricantes ponen mucho empeño en aumentar la seguridad de los vehículos. En hacerlos cada vez más seguros. Sin embargo, existen distintos niveles de acceso. No es posible garantizar en su totalidad que no se tome el control de un vehículo a través del sistema de infoentretenimiento.

Es posible que dentro de algún tiempo los primeros coches autónomos sean muy fáciles de hackear. Esto será factible si los fabricantes se han desentendido de mantenerlos. También si el fabricante se ha ido y nadie se ocupa de ellos.

Pero por ahora, lo más probable es que un ataque informático se convierta en solo una apertura de puertas. O que el vehículo arranque solo inesperadamente. Cada error deja un aprendizaje. Los fabricantes más responsables se preocuparán en reducir o eliminar en lo posible  las vulnerabilidades.

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